Los stickers llegaron para quedarse y que bien que llegaron. No debo ser el único que alguna vez ha salido del baño o mientras espera al bus, se topó con algún monito por ahí. Es chistoso, una vez que te fijas, te das cuenta de que están en todos lados. Los días pasan y pareciera como si cada día habría más stickers para ver. A veces me pregunto si me persiguen.
Aunque no parezca, nadie se da cuenta de que están ahí. Son pocas las personas que nos detenemos y los apreciamos. En verdad, uno no sabe lo complicado que puede llegar a ser; pensar, y el simple hecho de canalizar tu creatividad para plasmar lo que quieres decir. Desde un mensaje social, hasta tu simple “huella” ¿Y para qué?
Desde un viaje que hice y me encontré en el centro de una metrópolis, pude ver paredes cubiertas de stickers de todos los colores, tamaños y formas. Lo que más me llamó la atención, más allá de sus habilidades artísticas, el mensaje que querían dar o lo bien que se veían, fue cuando empecé a entender la movida.
Mirando y analizando uno puede ver, para estas pegatinas, cada pared es un lienzo, y como cada lienzo, tienen “el spot”. Ese espacio vacío, perfectamente iluminado, a la distancia y altura perfecta, es EL lugar.
Muchos “spots” ya están ocupados, por ende a los que van detrás no les queda otra más que acomodarse. El lienzo se vuelve un pequeño campo de batalla donde el espacio en el área común, artistas, diseñadores, activistas, emprendimientos, y demás se encuentran para darse a conocer y luchar por un espacio, no solo en postes o señales, sin también mi segunda parte favorita: La creatividad del “spot”.
Son varias las veces que me giro una esquina, levanto mi mirada o donde veo algún espacio muerto, están ahí, llenando el vacío. A veces me los topo hasta en el baño o incluso en sitios en los que nunca antes me esperé verlos.
La dificultad del “spot”. Ser el primero o estar entre los que llegaron es algo que también no pasa reconocido, incluso si son solo stickers, cada sticker es señal de actividad humana. Poner uno es dejar tu huella, ¿que más harías si descubrieses América 2?
Estos spots no tienen que necesariamente ser mortales, muchas veces quedarse con la duda de como subieron hasta ahí, es suficiente hazaña para merecerse algo de respeto.
Es importante reconocer que ser parte de este hobby, es como formar parte de un club. Un club al que sabes que a los únicos que les importa, es a los mismos que hacen. Cuesta creerlo, pero es una actividad vista como algo de ociosos, tonto, de mal entretenidos, o basura.
La actividad de producir y pegar stickers, no es algo nuevo, es algo que ha comenzado desde los años 70s en Estados Unidos. Eso significa que ha habido suficiente tiempo como para que sobre salgans ciertos nombres en la cultura urbana. Entre estos podemos encontrar a eminencias como Obey Giant, Faile Art, GECO entre otros.
Pegar stickers, es la pintura rupestre postmoderna. Los animales primitivos que somos necesitamos expresar nuestras emociones, sentimientos y creatividad. Que más queda si no es disfrutar y aprovechar del sistema, las habilidades que tenemos para compartir ideas o pensamientos con personas que opinen lo mismo. Si el acto y el proceso de producir stickers, no es un arte; y el mensaje y fin de los stickers no son diseño, entonces no sé qué estudio.
La dedicación que tienen estos sticker artists desde ese momento se llevaron mis flores. Al darme cuenta de esta pasión y dedicación que le tienen las personas a pegar dibujitos por la calle, no solo se limita en sus habilidades plásticas, sino también, en sus habilidades físicas y su ingenio.
Si tienes stickers, y quieres hacer un intercambio, escríbeme
buen artículo bro
ResponderEliminargracias bro
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