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La evolución de la tipografía 



El avance de la tipografía en el diseño gráfico ha sido un componente extenso en la historia. Desde la invención de la imprenta en el siglo XV por Johannes Gutenberg, hasta la era digital en la que vivimos actualmente, esta área del diseño gráfico se han experimentado un desarrollo significativo que ha influido en la forma en que percibimos y consumimos la información visual.

 

En los primeros pasos de las tipografías estas se limitaban a fuentes serifadas como Times New Roman o Arial, que eran utilizadas principalmente en impresiones y publicaciones. Sin embargo, con el avance de la tecnología y con la creatividad de los diseñadores, se han creado una amplia variedad de tipografías que van desde las sans-serif hasta las display, cada una tiene su propio estilo y personalidad.

 

Un claro ejemplo de este progreso es el surgimiento de tipografías como Helvetica, que se caracteriza por su simplicidad y legibilidad, y que ha sido considerablemente utilizada en logotipos, carteles y señaléticas. También tenemos tipografías como Bodoni, que se distingue por sus formas elegantes y contrastes acentuados, siendo una elección popular en diseño editorial y branding.

 

Actualmente en esta era digital, las tipografías han cobrado aún más relevancia con la posibilidad de crear y utilizar fuentes personalizadas, lo que ha permitido a muchos diseñadores experimentar con estilos únicos y adaptarlos a las distintas necesidades de cada proyecto. Un ejemplo notorio son las tipografías que se utilizaron en la identidad visual de marcas como Apple o Google, que refleja su enfoque minimalista y moderno.

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