Ir al contenido principal

 

MENOS ES MÁS.



El diseño gráfico se ha debatido durante años entre lo recargado y lo simple.

El diseñador industrial alemán Ludwig Mies van der Rohe popularizó la célebre frase “menos es más”, estableciendo desde principios del siglo XX que lo sencillo supera a lo complejo, y que el exceso de elementos resulta innecesario. Esta perspectiva, adoptada durante décadas por diseñadores, refleja la creencia de que la simplicidad no solo es más efectiva, sino que aporta claridad y funcionalidad.


A un siglo de haber integrado este concepto en la práctica del diseño, se observa cómo lo complejo y lo sencillo coexisten en la producción humana. Basta con mirar a tu alrededor para identificar elementos simples y complejos y preguntarte si los últimos mejorarían si fueran más simples. 


El lema “menos es más” no solo transformó la estética de su época, sino que impulsó la obsolescencia programada y la renovación de objetos, reflejando la economía de consumo de productos industrializados. Sin embargo, el diseño ha evolucionado significativamente, y los diseñadores actuales ya no trabajan de manera intuitiva; cuentan con conocimiento empírico adquirido a través de numerosos proyectos. Hoy, antes de comenzar un nuevo proyecto, se establece junto al cliente un programa de necesidades específicas, que determina cuándo es apropiada la simplicidad y cuándo la complejidad, ajustándose a cada situación única.


Comentarios

Entradas populares de este blog

No estudié arte, pero terminé haciendo arte con propósito

  Desde muy joven, soñaba con estudiar artes visuales. El arte siempre fue mi lenguaje más sincero, mi forma de conectar con el mundo. Pero por circunstancias de la vida, ese camino no se dio. En su lugar, llegué a una carrera que, en su momento, no entendía del todo: diseño gráfico. Al inicio me sentía confundido. Sabía que no era lo mismo que una carrera de bellas artes, pero tampoco tenía muy claro hasta qué punto se alejaba o se acercaba a lo que yo amaba (artes).   Con el tiempo entendí que el diseño no es arte. El  diseño es estrategia, comunicación visual, es resolver problemas, es investigar, es proyectar soluciones. Pero eso no significa que el arte y el diseño estén peleados. Más bien, descubrí que hay un punto donde se encuentran y se complementan de formas increíbles. Ese punto de encuentro, para mí, fue la ilustración.   A través de la ilustración encontré una forma de canalizar mi necesidad expresiva y artística dentro de un marco de comunicación visual...

Redes sociales para creativos y su marca personal

  En estos últimos cinco años he aprendido que las redes sociales pueden ser una de las herramientas más poderosas para los creativos. No solo como una vitrina de exposición de lo que hacemos, sino como un espacio donde construimos una marca personal, generamos comunidad, y eventualmente, monetizamos nuestras habilidades. No es magia: es estrategia, autenticidad y consistencia.   Siempre digo que las redes sociales son como un mar abierto para los creativos. Si sabes navegar bien, con una buena dirección y entendiendo a quién quieres llegar, puedes posicionarte, vender tus productos o servicios, e incluso vivir de tu creatividad. Lo he dicho en talleres y charlas, y lo repito ahora: es una gran oportunidad para quienes entienden que crear contenido no es solo publicar,  sino comunicar con intención.   Una estrategia de contenido adecuada puede ayudarte a monetizar tus habilidades, y lo mejor es que puedes hacerlo siendo tú mismo. Porque en redes, como en la vida,...

Burnout estético – El diseño como una carga emocional.

  Ser diseñadores implica mirar el mundo con otros ojos.  Aprendemos a ver patrones donde nadie los ve, a identificar errores tipográficos en carteles del supermercado, y a pensar en composición hasta en una foto casual.  Ser diseñador no es solo una carrera:  es una forma de estar en el mundo y existir con él.   Pero esa sensibilidad visual, que es lo que nos da identidad, también puede convertirse en una jaula. En un entorno donde todo comunica, el diseñador se vuelve un filtro visual permanente para el resto de la sociedad. Nunca descansamos. Nunca dejamos de mirar. Nunca dejamos de pensar en cómo se hicieron las cosas y en las infinitas posibilidades que no existen para resolver el mismo problema.  Esta hipervigilancia estética es una doble espada: por un lado, nos mantiene alertas y creativos; por el otro, nos desgasta. Y mucho.   El burnout estético es esa sensación de estar saturado no solo de trabajo, sino de estímulo visual. Es el a...