A menudo, nos preguntamos si lo que estamos creando realmente tiene valor o si cumple con estándares de uno mismo o la sociedad. Inspirado en el episodio "How Do You Know if Your Work is Good?" del podcast Thoughts on Illustration, quiero explorar algunas ideas que pueden ayudarnos a evaluar, quitarnos ese dilema de la cabeza y volver a confiar en nuestro trabajo.
1. Define “Bueno” en Tus Propios Términos
Es común caer en la trampa de querer que nuestro trabajo sea “bueno” según criterios o ideales de perfección que otros han definido. Sin embargo, la calidad no es un estándar universal ya que no existe punto de comparación dentro de diferentes áreas.
Algo es bueno si cumple su propósito, conecta con la audiencia y sobre todo si te satisface personalmente. Al establecer tus propios parámetros de calidad, empiezas a concentrarte en crear de una forma más genuina y dejas de depender tanto de la validación de otros.
2. Busca el Equilibrio entre Técnica e Intención
Es fácil ver nuestros trabajos y solo fijarnos en detalles técnicos, como los colores o la composición, pero, ¿qué tanto comunica o impacta tu obra? La intención detrás de una pieza puede ser igual o incluso más importante que la técnica en sí, se podría decir que, la técnica es solo una parte del proceso creativo. Evalúa tu trabajo no solo por su precisión, sino también por lo que provoca en ti y en los demás.
3. Acepta el Valor de la Retroalimentación
La retroalimentación es invaluable, pero también es cierto que no todas las opiniones aportan lo mismo, aprende a aceptar la crítica útil sin que te afecte de forma negativa.
No obstante, escoge bien al grupo de personas a las cuales les mostraras tus ideas, busca personas en las que confíes, sean expertos en el tema y sobre todo que comprendan tu visión para que esto no se desvíe de la idea original.
4. Reconoce que el Progreso es Parte de la Calidad
Es posible que algo que hiciste hace un año ya no te parezca tan bueno hoy y empieces a ser autocrítico. Dale una vuelta a ese pensamiento, reflexiona y reconoce esto como una señal de crecimiento, ya que en el pasado no tenías las mismas habilidades y conocimientos y gracias a esto pudiste crecer y mejorar.
La calidad en el trabajo creativo no siempre significa perfección inmediata, sino la habilidad de avanzar, aprender y mejorar constantemente.
5. Confía en Tu Proceso
Al final, la mejor manera de saber si tu trabajo es bueno es confiar en tu proceso y en la evolución que vas experimentando. Cada pieza es un paso más en tu camino creativo, y en cada intento, encontrarás algo que mejorar y algo de lo que sentirte orgulloso. La práctica y la paciencia son clave para construir una confianza duradera en tu propio trabajo.
Saber si tu trabajo es bueno no siempre es una respuesta inmediata; a veces, es un sentimiento que llega con el tiempo. Confía en tu visión, aprende del camino, y recuerda que la autenticidad y el progreso son la mejor medida de calidad.
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