Dentro del diseño, específicamente el área del branding, el diseño visual ha sido históricamente la clave para posicionar y diferenciar las distintas marcas. Pero en esta era de la hiperconectividad y el marketing sensorial, el sonido se ha vuelto un componente esencial para el proceso de construcción de una marca. El diseño sonoro, es el uso estratégico de sonidos y música para transmitir identidad, valores y personalidad de una marca, y así puede influir en cómo esta puede ser percibida y recordada por el consumidor. El impacto que puede crear en la percepción de la marca ha demostrado ser tan importante y poderoso como el diseño visual, y que brindan una forma alternativa y efectiva para poder conectar emocionalmente con el público.
El diseño sonoro llega a contribuir de una manera directa con la construcción de una identidad de una marca que va más allá de lo visual. Hay marcas que han desarrollado un sonido característico, por ejemplo el timbre de inicio de Netflix, es completamente reconocible prácticamente al instante. Demostrando que el sonido puede capturar la esencia de una marca de forma única y persuasiva. Aparte ayuda a que se pueda transmitir su personalidad y valores, por ejemplo los sonidos suaves y naturales tienden a asociarse con marcas de bienestar, mientras que los tonos enérgicos y vibrantes y reflejan la vitalidad de marcas deportivas. Entonces en ambos casos el diseño sonoro es una extensión de la marca misma, así el consumidor puede reconocer y recordar a la marca de una manera instantánea.
Desde un punto de vista psicológico, ciertos sonidos tienen la capacidad de evocar emociones y activar la memoria subconsciente, siendo así el diseño sonoro una herramienta poderosa para crear una conexión emocional con el cliente. Por ende las marcas utilizan sonidos específicos para generar una respuesta afectiva. Este enfoque va más allá del querer que las personas recuerden, si no también fomentar una relación emocional con la marca y por ende pueda llegar a consolidar una lealtad y preferencia con el consumidor. Esta relación no solo se consolida cuando el sonido es agradable, si no también cuando se refuerza el mensaje y los valores de la marca.
Un ejemplo podría ser en la industria automotriz, marcas como BMW invierten en el diseño de sonido de sus vehículos para brindar una experiencia que evoca lujos, desempeño y confianza. Siendo así que la experiencia auditiva no solo mejora la percepción de calidad, si no también está reforzando el propósito de la marca. Entonces el diseño sonoro no es un simple adorno, es un elemento fundamental que fortalece la conexión entre el cliente y la marca.
Concluyendo así que el diseño sonoro tiene un impacto profundo en la percepción de la marca. El sonido puede ofrecer una ventaja competitiva a las marcas, al emplear este de manera estratégica las marcas pueden construir identidades más sólidas y memorables, ampliando el impacto de su mensaje. Entonces en el mundo del branding no solo se va a conectar con el público de manera visual sino también por el oído, creando otro tipo de experiencia sensorial, llevando así la identidad de la marca a otro nivel.
Camila de la Zerda Bessé
Comentarios
Publicar un comentario