Hoy en día, las imágenes no solo muestran cosas bonitas o elegantes, también pueden influir en la sociedad. El diseño gráfico ya no es solo algo estético o comercial, ahora también sirve para protestar y generar cambios sociales. Barbara Kruger es un buen ejemplo de esto. Desde los años 80, ha demostrado que el diseño gráfico puede cuestionar temas como el poder, el consumo, las ideas de una sociedad y de género.
Para Kruger, toda imagen es política. Su estilo inconfundible, donde destaca la tipografía Futura Bold en blanco sobre rojo, combinada con fotografías en blanco y negro, hacen un diseño que no solamnete es estético, sino estratégico. Sus frases suelen ser “polémicas” o llamativas, las cuales llaman la atención de quien lo vea, haciendo que se cuestione diferentes cosas al respecto.
A diferencia del diseño comercial, que busca persuadir para vender, el diseño de Kruger busca incomodar, provocar, hacer pensar. Sus obras son una invitación a mirar más allá de lo que parece evidente.
Aunque la mayoría de trabajos de Kruger se han expuesto en museos y galerías de todo el mundo, su trabajo también está presente en espacios públicos, como estaciones de metro, fachadas de edificios, muros urbanos. Esta decisión responde a un objetivo, el cual es que el arte y el diseño deben estar al alcance de todos. Sus intervenciones rompen con la idea de que el activismo visual solo vive en protestas o redes sociales. Ella lleva el mensaje directamente a la cotidianidad de las personas, espacios donde las personas pasan día a día.
En la actualidad donde domina lo digital, su enfoque ha influenciado a una nueva generación de diseñadores y artistas que utilizan la tipografía como una herramienta, creando campañas virales que buscan la transformación social.
Uno de los aportes más importantes de Kruger es cómo junta palabras e imágenes para enviar un mensaje claro y fuerte. Cada frase y cada imagen que usa están pensadas con cuidado para cuestionar al poder. Su trabajo muestra que el diseño no necesita muchas decoraciones para impactar, sino tener un mensaje claro y con intención.
Su trabajo nos deja una reflexión a nosotros como diseñadores y nos inspira a diseñar con intención, ya que tenemos el poder de cambiar a la sociedad.
Por: Ene by Nat Carballo
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