En el mundo del diseño, destacar no es un lujo, sino una necesidad. Pero, ¿cómo cultivamos originalidad? ¿Cómo rompemos el molde sin caer en el caos o repetición de lo que existe?
El legendario director de arte George Lois lo expresó de manera concisa: "La creatividad puede resolver casi cualquier problema. El acto creativo, la superación de lo viejo, la invención de lo nuevo, el simple acto de llevar las cosas a una nueva dirección”
Sumérgete en la profundidad:
Antes de que ejecutes sobre el soporte tus ideas, la investigación exhaustiva es como el cimiento de la originalidad. No se trata sólo de recopilar imágenes bonitas, y guardarlas en carpetas, sino de comprender a fondo:
El mensaje central: ¿Qué historia quieres contar? ¿Qué idea deseas transmitir?
Tu audiencia: ¿A quién te diriges? ¿Cuáles son sus expectativas y sensibilidades?
El panorama competitivo: ¿Qué están haciendo otros? ¿Dónde existen oportunidades para diferenciarte?
Referencias con propósito: Explora trabajos relevantes, pero con el objetivo de comprender enfoques, no de replicarlos.
Cuanto más rica y profunda sea tu comprensión del contexto, más posibilidades tendrás de encontrar ángulos inexplorados y soluciones creativas.
No solo te enfoques en recopilar trabajos que ya se realizaron por que si los copias y no creas algo nuevo es una repetición, como dijo John Gorham: Observa las cosas que te rodean, no imites otros trabajos, explora con elementos que se encuentran a tu alrededor sin depender de plataformas u otros diseñadores, busca tu esencia ya hay mucho de todo pero solo un vos.


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