(o quejas de una diseñadora)
Esto es una experiencia muy reciente, pero no como tal. Creo que es algo que todos pasamos, y es el hecho de que no valoran nuestro trabajo. Que ya es algo muy trillado de decir porque todos nos quejamos de eso siempre, pero tal vez yo lo quiero plasmar desde el punto de vista de: ¿y qué haces cuando no les importa tu trabajo?
Igual me pasó cuando estaba en arquitectura, y creo que ahí aprendí a no tomarme las críticas de manera negativa:
– esto está mal…
– no funciona.
– tienes un espacio muerto.
– ¿por qué es tan simétrico?
– tienes que abstraer más tu forma.
– ¿por qué no aprovechas la forma de tu terreno?
– ¡funcionalidad antes que forma!
Y sí, o sea, obviamente esas mismas críticas no me tocaron vivirlas tan cruelmente en diseño, pero tal vez porque todos en diseño estamos tan, pero tan inmersos en la visión, el big idea, el propósito, el objetivo de comunicación que buscamos lograr, que todos nosotros siempre entendemos los vibes.
Pero una vez que salimos de la burbujita de diseño, volvemos a ver cosas similares a las que yo escuchaba constantemente estando en arquitectura:
– no me gusta.
– ¿por qué ese color?
– mmm… ¿y podemos cambiar esto?
– yo creo que debería ser así.
– mmm, voy a pedir la opinión de alguien más (ejem, asesora de imagen).
– no entiendo de qué te estresas, solo estás haciendo diseñitos.
– eso lo podría hacer cualquiera.
– eso lo puedo hacer con IA.
Algo curioso que acabo de notar es que las críticas hacia los diseñadores son mucho, pero mucho más personales que las que recibía estando en arquitectura. Quién lo diría.
Pero bueno, volviendo a mi punto. A mí me pasó esto en Imagen Corporativa. Primero empecé con una pyme de la ICAM que estaba más interesada en publicidad que en su marca, porque resulta que ya la habían registrado y no la querían cambiar.
Por casualidad, en mi proceso de investigación de mi primera empresa, caí con una tienda de productos sanos, frutos secos y todas esas cositas. Le comenté de mi proyecto y todo eso y me dijo: “¡A mí me encantaría que me hagan eso!”
Y bueno, cuando me quedé sin pyme, fui a buscarla, y fue una sensación completamente diferente. Pasó de “¡Me encantaría!” a “mmm… ¿y es gratis?, ¿cómo funciona?, ¿me van a cobrar algo?”
– mm bueno, si quieres puedes hacer tu proyecto, no hay lío.
Tu proyecto. O sea, pasó de “¡me encanta!” a “mmm, bueno, si lo necesitas, puedes hacerlo”.
Pero bueno, no tuve de otra. Y al inicio, obviamente, yo estaba súper emocionada. De hecho, la verdad, sin halagarme ni nada, la marca es muy bonita y tiene una narrativa, propósito e identidad muy bien desarrollados y pensados. Pero la verdad es que mi llama motivadora poco a poco se fue apagando. No porque a mí me dejará de interesar ni nada (aunque sí me cansé de ver higos… casi cuatro meses de higos), sino porque hacer el proyecto para esta empresa era como querer hablar con una pared. Nada.
Entonces, pues sí, lo terminé, pero ya no puedo verlo con los mismos ojos de ilusión que sentía al inicio. No diría que siento desprecio ni nada por el proyecto, pero supongo que al haber tenido tan poca importancia para mi cliente, también dejó de tener la misma importancia que tenía para mí.
Para dar un poco de contexto, cuando le entregué todo el trabajo final me respondió cuatro días después:
– gracias, ¿te fue bien en tu defensa?
Amiga… es tu marca. GRATIS. Qué bueno saber que ni lo revisaste.
Después, eventos anteriores:
– mm Anahí, ¿puedes hacer panfletos? Se me acabaron mis tarjetas, pero creo que ahora quiero hacer panfletos en vez.
– sii, claro que sí, de hecho lo puedo hacer como parte de tus aplicaciones, a manera de que vayas introduciendo la nueva línea gráfica y todo eso…
– eee pero o sea quisiera que sean con mi línea actual… ¿sabes quién me lo puede hacer?
– aa, ee bueno, en Marketplace hacen impresión con diseño gratis…
– ¡gracias! (adiós por semanas).
Otro evento notable:
– hola, te comento que ya estoy comenzando a hacer tus aplicaciones. Quería ver si tienes un correo de tu empresa o si quieres que te cree uno.
– mmm tengo, pero perdí mi clave. Si quieres, tú crea uno.
– te comento que no pude crearlo, no me deja. ¿Pudiste recuperar el que ya tenías?
– ignorar.
En fin, con todo esto, supongo que quiero desahogarme un poco, pero también supongo que encontrar alguna solución a este problema, que seguro todos lo hemos vivido.
Así que estos son algunos pasos que se me ocurrieron y que pueden ser de ayuda. Es cosa de ponerlo en práctica:
No tomarlo personal. Es difícil, lo sé perfectamente como una persona sensible, pero es cosa de pausar un segundo (alejarse de la situación incluso), respirar y volver con mucha más claridad. A veces las cosas son al momento, pero la práctica hace al maestro, como dicen.
Entender la situación. ¿Es algo que pasa seguido o solo es este cliente? ¿Qué es lo que suelen criticarte o comentarte? Tal vez hay algún patrón ahí oculto y aún no lo notaste. Puede que tú y el cliente tengan diferentes expectativas o no estén en la misma página.
Pedir consejos. Estamos entre diseñadores, todos entendemos el feeling, así que siempre es bueno escuchar a otros. Solo no te olvides que también es cosa de criterio saber qué consejos tomar y cuáles no.
Evaluar la situación. La idea no es aguantar y tolerar y perdurar hasta tu límite y que estés tan overwhelmed porque no tienes cómo salir de ahí. El trabajo es trabajo, pero la verdad es que somos humanos antes que nada, y nuestra salud mental está primero.
Seguir adelante y buscar nuevas oportunidades (¡sal de ahí!). Y bueno, finalmente (y tal vez en el caso extremo), busca otras opciones. Si no está funcionando, tal vez no lo haga. Y bueno, obvio, mientras más formal sea, es mucho más difícil salir de ahí, así que no sé… maybe no dejes que llegue a este punto jajaja.
Pero bueno, ahora sí, para finalizar: yo no soy ninguna experta. Tampoco es que tenga un montón de experiencia ni nada, pero sí tengo de respaldo dos años de terapia que me enseñaron mucho a manejarme como persona, y todo eso se traduce a todas las áreas de la vida, entre ellas el diseño. Así que eso.
No te desmotives.
Al final de cuentas, cada proyecto nos suma un granito de arena más.
Comentarios
Publicar un comentario