Ir al contenido principal

Cuando el Talento Duda de Sí Mismo


En el mundo del diseño la creatividad es el alma y la comparación es constante, muchos de nosotros enfrentamos un enemigo silencioso: el síndrome del impostor.


Ese momento cuando entregas la propuesta final ya sea un logo, una identidad visual o una pieza editorial, incluso una fotografía ...por mas que el cliente esté encantado y satisfecho con el trabajo, uno solo piensa: ¿Fue pura suerte?, ¿Realmente sé lo que estoy haciendo?, ¿Cuándo se darán cuenta de que no soy tan bueno como aparento? y en ese preciso momento nos damos cuenta que estamos cayendo lentamente en el síndrome del impostor, pero que es…?


Es una sensación persistente de no merecer los logros alcanzados por más que sea el caso contrario. A pesar de la experiencia, estudios o reconocimiento, la persona se siente como un fraude o quita importancia el trabajo donde se esforzó. 


¿Por qué nos pasa esto?

El diseño gráfico no es sólo técnica: es interpretación, intuición, solución visual de problemas. Esto hace que el resultado siempre sea subjetivo. Y cuando algo es subjetivo, la autocrítica puede ser implacable.


Además, vivimos comparándonos: con portfolios de Behance, perfiles en Instagram, estudios de branding en Dribbble, y tableros de Pinterest… Y ahí está el problema. 

Nos comparamos con el resultado final, no con el proceso y el análisis que existe detrás y ahí nace otro problema, postergar proyectos personales por miedo a que no estén a la altura, nos da tanto miedo pensar en la crítica o tener ese pensamiento negativo que vivimos postergando cosas y comparándonos con personas que sí se animaron a publicar y mostrar sus trabajos al mundo y piensas que todos los demás diseñan mejor que tú.


¿Cómo combatirlo?

Acepta el proceso creativo: el diseño es un camino, no una meta fija. Siempre se puede mejorar, pero eso no invalida tu trabajo actual.


Habla con otros diseñadores: te sorprenderá cuántos sienten lo mismo. La comunidad es apoyo, no competencia.


Sé honesto contigo mismo: no necesitas saberlo todo para ser buen diseñador. Necesitas saber cómo resolver problemas y comunicar ideas. Eso ya es mucho.


Y siempre ten en mente que equivocarse es parte de crecer y es lo que te ayuda a ello, pero eso no te hace mejor o peor que alguien.


Kimberly Avila Sánchez


Comentarios

Entradas populares de este blog

No estudié arte, pero terminé haciendo arte con propósito

  Desde muy joven, soñaba con estudiar artes visuales. El arte siempre fue mi lenguaje más sincero, mi forma de conectar con el mundo. Pero por circunstancias de la vida, ese camino no se dio. En su lugar, llegué a una carrera que, en su momento, no entendía del todo: diseño gráfico. Al inicio me sentía confundido. Sabía que no era lo mismo que una carrera de bellas artes, pero tampoco tenía muy claro hasta qué punto se alejaba o se acercaba a lo que yo amaba (artes).   Con el tiempo entendí que el diseño no es arte. El  diseño es estrategia, comunicación visual, es resolver problemas, es investigar, es proyectar soluciones. Pero eso no significa que el arte y el diseño estén peleados. Más bien, descubrí que hay un punto donde se encuentran y se complementan de formas increíbles. Ese punto de encuentro, para mí, fue la ilustración.   A través de la ilustración encontré una forma de canalizar mi necesidad expresiva y artística dentro de un marco de comunicación visual...

Redes sociales para creativos y su marca personal

  En estos últimos cinco años he aprendido que las redes sociales pueden ser una de las herramientas más poderosas para los creativos. No solo como una vitrina de exposición de lo que hacemos, sino como un espacio donde construimos una marca personal, generamos comunidad, y eventualmente, monetizamos nuestras habilidades. No es magia: es estrategia, autenticidad y consistencia.   Siempre digo que las redes sociales son como un mar abierto para los creativos. Si sabes navegar bien, con una buena dirección y entendiendo a quién quieres llegar, puedes posicionarte, vender tus productos o servicios, e incluso vivir de tu creatividad. Lo he dicho en talleres y charlas, y lo repito ahora: es una gran oportunidad para quienes entienden que crear contenido no es solo publicar,  sino comunicar con intención.   Una estrategia de contenido adecuada puede ayudarte a monetizar tus habilidades, y lo mejor es que puedes hacerlo siendo tú mismo. Porque en redes, como en la vida,...

Burnout estético – El diseño como una carga emocional.

  Ser diseñadores implica mirar el mundo con otros ojos.  Aprendemos a ver patrones donde nadie los ve, a identificar errores tipográficos en carteles del supermercado, y a pensar en composición hasta en una foto casual.  Ser diseñador no es solo una carrera:  es una forma de estar en el mundo y existir con él.   Pero esa sensibilidad visual, que es lo que nos da identidad, también puede convertirse en una jaula. En un entorno donde todo comunica, el diseñador se vuelve un filtro visual permanente para el resto de la sociedad. Nunca descansamos. Nunca dejamos de mirar. Nunca dejamos de pensar en cómo se hicieron las cosas y en las infinitas posibilidades que no existen para resolver el mismo problema.  Esta hipervigilancia estética es una doble espada: por un lado, nos mantiene alertas y creativos; por el otro, nos desgasta. Y mucho.   El burnout estético es esa sensación de estar saturado no solo de trabajo, sino de estímulo visual. Es el a...