La inteligencia artificial NO nos reemplaza, nos ayuda
En éste último tiempo, la inteligencia artificial ha irrumpido en la gran mayoría de sectores laborales, y el diseño gráfico no es una excepción, sin embargo, muchos han tenido el pensamiento de que la inteligencia artificial nos quitará el trabajo y que nos va a reemplazar, esto no es cierto.
La IA puede ser una herramienta muy útil, está logrando que procesos que podían tomar horas, se hagan en minutos. La gran mayoría de personas ya ha tenido su experiencia con la IA, principalmente usando la creación de imágenes a partir del texto, aunque esta pueda imitar estilos y generar gráficos muy buenos, carece de ciertos contextos, más que todo culturales y de pensamiento crítico. Un “logo” como se conoce vulgarmente, puede ser generado por la inteligencia artificial y verse bonito, pero solamente el diseñador humano es quien puede llegar a capturar la esencia de la marca, darle vida, comprender al cliente y diseñar con coherencia. Esto puede ser un problema en el sentido de que el cliente prefiere “ahorrarse” su dinero y generar sus diseños con inteligencia artificial, pero hay que comprender que la IA no lo hace todo, el diseñador le da vida al diseño, la inteligencia artificial no.
La IA para el diseñador debe ser una herramienta, esta no debe de hacer el trabajo por él, ¿Alguna vez buscaste mockups para realizar tus presentaciones y no los encontraste?, la IA es una gran opción para crearlos a tu propio criterio, obviamente para que este salga bien, hay que dar la explicación de manera clara y detallada, esto es un ejemplo de su uso como herramienta.
Más allá de la creación de imágenes, la IA también puede asistir en tareas como la organización de proyectos, el análisis de tendencias visuales, la generación de paletas de colores o incluso en la corrección de diseños para diferentes formatos, aunque tal vez no de forma tan definida. Estas capacidades de la inteligencia artificial pueden ahorrarnos tiempo valioso para dirigir el enfoque y el tiempo en la parte conceptual, estratégica y humana del proyecto, la IA puede permitirnos enfocarnos en lo que realmente nos distingue: la creatividad.
Es importante también hablar sobre el papel ético del diseñador con el uso de la inteligencia artificial, no solamente se trata solo de generar imágenes, sino de entender el contexto en el que se crean; el diseñador tiene la responsabilidad de cuidar los mensajes y asegurarse de que el diseño comunique de manera efectiva y con el propósito que se busca dar a conocer, la IA no puede asumir ese nivel de criterio y sensibilidad aún. Por eso, adaptarse a esta nueva era donde la inteligencia artificial tiene un fuerte impacto no significa dejar de lado lo aprendido, sino integrarlo y hacer uso de estas nuevas herramientas, aprender sobre cómo funciona la inteligencia artificial, entender sus limitaciones y dominarla como un complemento puede potenciar las habilidades del diseñador, creo yo que la clave está en no tenerle miedo, sino en evolucionar con ella.
La inteligencia artificial no es una amenaza si sabemos cómo usarla, nosotros seguimos siendo el alma del diseño, si un diseñador domina estas nuevas herramientas que se presentan y entienden el potencial que tienen, entonces tendrán una gran ventaja competitiva.
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