El diseño gráfico es más que formas y colores; es una herramienta para contar historias. En palabras de Ellen Lupton, autora de "El diseño como storytelling", "el buen diseño, como el buen storytelling, da vida a las ideas". Pero, ¿qué significa realmente esto para los diseñadores gráficos? ¿Es posible que ya estemos utilizando técnicas narrativas sin siquiera darnos cuenta?
Lupton sostiene que el storytelling en el diseño no solo se trata de crear imágenes visualmente atractivas, sino de guiar al espectador en un viaje. Al diseñar una aplicación, una infografía o un empaque, estamos construyendo un escenario donde el usuario se convierte en el protagonista. Cada elemento, desde una paleta de colores hasta una tipografía, se convierte en un personaje que contribuye a la narrativa. Esta es la esencia del storytelling aplicado al diseño: convertir cada pieza en una historia visual.
Según el libro "El diseño como storytelling", el proceso narrativo en el diseño se puede dividir en tres actos. En el primer acto, la acción, descubrimos los patrones narrativos que sostienen las historias, como el arco narrativo o el viaje del héroe. Estos patrones permiten que las piezas de diseño no solo se vean bien, sino que cuenten algo, que guíen al usuario. ¿Alguna vez has pensado en un logotipo como el héroe de una historia? En este enfoque, cada elemento gráfico tiene un papel que desempeñar.
El segundo acto es la emoción. "El diseño está conectado con nuestros sentimientos y estados de ánimo", explica Lupton. En diseño gráfico, esto significa que cada color, cada trazo y cada tipografía tienen el poder de evocar emociones. El storytelling aquí no se limita a lo visual; también se extiende a cómo el usuario se siente al interactuar con la pieza. Desde la alegría de una animación fluida hasta la confianza que transmite una identidad de marca bien construida, el diseño puede tocar las fibras emocionales del público.
Finalmente, el tercer acto es la sensación. Aquí, Lupton destaca la importancia de la percepción y la cognición, dos procesos clave para que el storytelling visual sea efectivo. Esto se refleja en cómo el usuario interpreta los elementos gráficos, cómo sigue un recorrido visual en una página o cómo entiende un mensaje en una infografía. Aplicar los principios de la psicología Gestalt o el concepto de affordance permite que el diseño sea intuitivo y fácil de entender, convirtiendo al usuario en un participante activo de la historia.
Pero el storytelling en diseño no se queda solo en estos tres actos. Como señala Lupton, hay secuelas, preguntas que todo diseñador debe hacerse: ¿Tu diseño ilustra bien una acción? ¿Incluye una llamada a la acción clara? ¿Desarrolla empatía con el usuario? Estos son los secretos para que el diseño sea más que una imagen bonita; se convierta en una experiencia significativa.
Cada proyecto es una oportunidad para contar una historia única, para conectar con el público y para transformar ideas en experiencias memorables. Porque, al final, ser un gran cuentacuentos no es solo saber diseñar, sino saber hacer que cada diseño cuente una historia que valga la pena recordar.
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