Ir al contenido principal

Entradas

Soy una Gran Cuentacuentos: El poder del Storytelling

El diseño gráfico es más que formas y colores; es una herramienta para contar historias. En palabras de Ellen Lupton, autora de "El diseño como storytelling", "el buen diseño, como el buen storytelling, da vida a las ideas". Pero, ¿qué significa realmente esto para los diseñadores gráficos? ¿Es posible que ya estemos utilizando técnicas narrativas sin siquiera darnos cuenta? Lupton sostiene que el storytelling en el diseño no solo se trata de crear imágenes visualmente atractivas, sino de guiar al espectador en un viaje. Al diseñar una aplicación, una infografía o un empaque, estamos construyendo un escenario donde el usuario se convierte en el protagonista. Cada elemento, desde una paleta de colores hasta una tipografía, se convierte en un personaje que contribuye a la narrativa. Esta es la esencia del storytelling aplicado al diseño: convertir cada pieza en una historia visual. Según el libro "El diseño como storytelling", el proceso narrativo en el dise...
Entradas recientes

El Arte de ser Competitivo: Ganas, Aprendes o Desapareces

Al momento de ejercer como diseñadores gráficos, rápidamente aprendemos que la competencia es inevitable y que realmente no se trata de superar a otros sino de superar nuestras limitaciones, de luchar contra el tiempo, las tendencias que cambian todo el tiempo y las expectativas de los clientes. En este caso, ser competitivo no se limita a ganar proyectos o recibir cumplidos, sino a evolucionar constantemente. Ganar en diseño gráfico no siempre significa tener el cliente más grande o el proyecto más visible. A veces, ganar es ver cómo una idea que comenzó como un simple boceto se transforma en una pieza funcional. Es cuando un cliente sonríe al ver su nueva marca, o cuando, gracias a una buena estrategia, un diseño resuena con el público. Pero detrás de cada victoria hay un proceso complejo de investigación, planificación y técnica. Tu capacidad de aprender se convierte en tu mejor aliado. Cada proyecto es una lección. A veces aprendemos nuevas herramientas, exploramos estilos que nunc...

El Cementerio de las Ideas que Nunca Usamos

Durante el proceso creativo, muchas veces acumulamos un sinfín de ideas que, por una razón u otra, no terminamos usando. Los diseñadores gráficos siempre que podemos estamos generando ideas, combinando colores, formas y tipografías en busca de una propuesta final que cumpla con los requisitos necesarios. Este ritmo acelerado de trabajo en la profesión, la presión por resultados inmediatos y las limitaciones en cuanto a recursos ocasionan que muchas ideas queden en un limbo, donde reposan proyectos incompletos, conceptos descartados y cuadernos llenos de bocetos. Es decir, por cada diseño que se materializa, existen decenas, sino cientos, que quedan atrás. Las ideas no mueren por falta de valor o calidad. Muchas veces es cuestión de enfoque, de cliente, de tiempo o de tendencias. A veces son demasiado audaces para el proyecto en cuestión, a veces no encajan con el propósito o visión del proyecto, otras veces surgen fuera de tiempo o simplemente se pierden en medio de las correcciones y ...

Diseñar sin poder estar solo

  Vi hace poco un comentario en Reddit que me dejó pensando. Decía: “Para una profesión que se centra en la resolución de problemas y la comunicación, muchos diseñadores tienen pocas habilidades para comunicarse personalmente, y ni siquiera pueden resolver sus propios problemas solos.” Y por lo que he visto, sí es real y pienso que es algo que debería cambiar Diseñar es, al menos en teoría, un ejercicio de claridad: tomar un problema, traducirlo visualmente, comunicar algo de forma efectiva. Pero qué pasa cuando esa claridad no existe hacia adentro? ¿Cuando no sabemos estar con nosotros mismos, sin validación externa, sin una reunión que nos sostenga, sin un cliente que nos diga si vamos bien? Cada vez noto más que hay compañeros que no pueden ni comer solos. Que no soportan una tarde sin ruido, sin compañía, sin interrupciones. Que diseñan para afuera, pero nunca se detienen a mirar hacia adentro. Y no lo digo como juicio, lo digo como síntoma de algo más grande. Vivimos acelerado...

Diseño con alma ajena

Me ha pasado más de una vez, estoy diseñando algo que me emociona, algo que siento realmente mío. Una paleta que funciona, una composición interesante, un trazo que aparece sin forzarlo. Lo miro y pienso que esto tiene algo especial. Hasta que, por costumbre o curiosidad, entro a Pinterest. Y ahí está, no igual, pero casi. Otra persona, en otro país, con otro proyecto, ya lo había hecho. Y entonces llega esa sensación incómoda, como si algo que creí único ya no lo fuera, como si lo mío ya no me perteneciera. Pero con el tiempo he empezado a pensar diferente. ¿De verdad creemos que vamos a inventarlo todo desde cero? Con todo lo que ya se ha diseñado, con todo lo que hemos visto y consumido, es posible siquiera separar por completo nuestras ideas de lo que nos rodea? Cada vez creo más que no. Y que tampoco está mal. Diseñamos con todo lo que llevamos dentro. Con lo que hemos vivido, pero también con lo que hemos visto, lo que nos inspiró, lo que se nos quedó grabado aunque no lo notamos...

El silencio visual

  A veces abro Illustrator y ya estoy cansada antes de empezar. No por el trabajo en sí, sino por todo lo que me rodea. Las notificaciones no paran. Hay como quince pestañas abiertas que prometí revisar “en cinco minutos”. La música de fondo ya no inspira y solo llena. Y mi escritorio ni qué decir. Entre tantos estímulos, a veces lo más difícil es escucharme. Queremos diseñar con claridad, pero lo intentamos desde el ruido. Pensar, componer, decidir, todo se vuelve más difícil cuando el entorno grita. Y no siempre nos damos cuenta, pero ese ruido se mete en lo que hacemos. Las decisiones se apuran, las ideas se enredan, los colores se atropellan. Terminamos diseñando desde el cansancio. Con el tiempo, empecé a entender que el espacio donde diseño también diseña conmigo. Que cuando hay menos ruido afuera, puedo oír mejor lo que pasa adentro. Y que el silencio visual (sobre todo ese que está vacío) ayuda, y mucho. No se trata de tener un estudio perfecto con paredes blancas y plantas...

Cuando el Talento Duda de Sí Mismo

En el mundo del diseño la creatividad es el alma y la comparación es constante, muchos de nosotros enfrentamos un enemigo silencioso: el síndrome del impostor. Ese momento cuando entregas la propuesta final ya sea un logo, una identidad visual o una pieza editorial, incluso una fotografía ...por mas que el cliente esté encantado y satisfecho con el trabajo, uno solo piensa: ¿Fue pura suerte?, ¿Realmente sé lo que estoy haciendo?, ¿Cuándo se darán cuenta de que no soy tan bueno como aparento? y en ese preciso momento nos damos cuenta que estamos cayendo lentamente en el síndrome del impostor, pero que es…? Es una sensación persistente de no merecer los logros alcanzados por más que sea el caso contrario. A pesar de la experiencia, estudios o reconocimiento, la persona se siente como un fraude o quita importancia el trabajo donde se esforzó.  ¿Por qué nos pasa esto? El diseño gráfico no es sólo técnica: es interpretación, intuición, solución visual de problemas. Esto hace que el res...